Una deliciosa y orgánica alternativa para tu vida
Tener un huerto en casa, en cualquier tipo de casa, es un lujo del que todos podemos gozar, así tengas una casa grande o pequeña, con o sin balcón, teniendo o no experiencia en la siembra de plantas. Sembrar tus propios cultivos en casa, te hace parte de un gran movimiento social de sostenibilidad, dónde nos alejamos de lo artificial y adoptamos una manera de vivir más fresca, natural y por supuesto orgánica. Cultivar tu propia comida trae un sinfín de beneficios, algunos de ellos son:
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- Al producir nuestros propios alimentos sabemos con total confianza que estamos consumiendo.
- Nos conectamos con la naturaleza; con sus olores y sabores
- Mejoramos nuestra alimentación al tener productos frescos y orgánicos.
- Nos alejamos del mundo de la agricultura intensiva y de alimentos transgénicos que, según algunos estudios, causan tantos daños en nuestro cuerpo.
- Redescubrimos nuestra relación de la naturaleza. Hacemos parte de los ciclos naturales de la tierra y ciclos biológicos de nuestras plantas y con ellos, crece nuestro conocimiento del mundo natural.
- Los beneficios sobre nuestra salud mental son excelentes; cuidar de tu huerto proporciona una actividad anti-estrés, liberando tu ansiedad, relajando tu mente mientras realizas una labor positiva para tu salud.
Tipos de huertos
Ahora, ¡manos a la obra! Hacer tu propio huerto en casa requiere de paciencia y un poquito de creatividad. Puedes utilizar recipientes elaborados especialmente para la siembra de plantas o puedes reutilizar materiales que tengas en tu case tales como garrafas o botellas plásticas y, le das un plus a tu huerto; orgánico y eco-amigable. Ten en cuenta que los recipientes deben tener una profundidad recomendada entre 7 y 15 centímetros.
Hay dos formas de realizar un huerto urbano: horizontal o vertical. Para aquellas personas que cuentan con una terraza o un espacio abierto que pueden dedicar especialmente a su huerto, pueden disponer de una organización horizontal para los recipientes de sus plantas.
Pero, hay muchos hogares que no cuentan con esa terraza o patio para disponer sus plantas de esa manera. Para ello, está la opción de un huerto vertical que consiste en organizar sus materos de manera vertical, contra una pared para optimizar el espacio.
La decisión sobre el tipo de huerto que debes tener en tu casa también depende del lugar que piensas ubicarlo. En este punto es importante tener en cuenta varias recomendaciones.
Uno, debe ser un espacio que tenga la mayor y con continua exposición al sol. No tiene que ser una fuente de luz directa pero si un lugar lo suficientemente iluminado para que tus cultivos puedan realizar la fotosíntesis necesaria y aireado para que tus nuevas plantas estén oxigenadas.
Dos, contar con una fuente de agua cercana, simplemente para hacer la tarea de regar mucho más sencillo.
Tres, tener presente que el espacio de tu huerta se puede ensuciar con facilidad, esta última característica hace parte del trabajo con la tierra pero, no te preocupes porque también hace parte de la magia.
Cuatro, tener una solución al tema del drenaje. Obviamente en un espacio muy confinado, no es posible implementar un sistema de drenaje, por ende te aconsejamos adecuar instrumentos para servir de bandejas (o si tus materos vienen con bandejas, utilizarlos) para que se recoja el agua sobrante y así evitar que se te pudran las plantas.
Luego de que ya tengas perfectamente adecuado tu espacio (un lugar iluminado, aireado) ya sea horizontal o vertical, es hora de sembrar. Aquí es importante tener en cuenta que no todas las plantas tienen los mismos ciclos de siembre, trasplante y cosecha. Por eso te adjuntamos este cuadro para facilitarte un poco la tarea.
Pasos para sembrar
- El sustrato: La calidad de la tierra es muy importante, ya que esta es la que va a determinar el éxito de nuestra plantación. Cuanto más ecológico sea, mejor y aquí, el compost es una excelente opción (mezcla de restos de plantas con o sin estiércol).
- Forma de Siembra: Hay dos formas de hacerlo, directamente en la tierra o en un recipiente más pequeño donde hará el proceso de germinación y luego pasarla a otra maceta (ver cuadro para saber cuándo trasplantar). Ten en cuenta que hay algunas plantas que no se deben trasplantar.
- Si has decidido trasplantar, en el momento de hacerlo es fundamental tener muchísimo cuidado ya que es muy fácil dañar las raíces. Después de trasplantar, prensa ligeramente la tierra alrededor y riegas inmediatamente.
- Abono: Es recomendable abonar al menos dos veces al año, ojalá agregando compost para que los minerales y nutrientes de la tierra se recuperen.
- Riego: El riego por goteo es el más aconsejable ya que permite ahorrar recursos y facilita un consumo responsable del agua. En verano será necesario regar tus plantas por lo menos dos o tres veces al día así que recuerda, cada gota cuenta.
Ya que tienes los pasos y los tips, ¿Qué esperas para hacer tu propio huerto? Esta es una actividad hermosa, llena de aprendizaje, paciencia, frustración y finalmente satisfacción. La huerta es un sinónimo de la vida, entre más cuides y aprendas de tus errores mientras la experimentas, más satisfactorio será el fruto de ella. Cada paso y cada etapa de crecimiento tienen su encanto así como cada etapa y cada paso de la vida. ¡Gózatelo!